Río
Suquia
El río Suquia o río
primero es uno de los ríos más importantes de la provincia de córdoba. Nace por
la unión de varios ríos y arroyos en la zona de las sierras pampeanas del norte
cordobés principalmente en el valle de punilla.
El río Cosquín y los
arroyos los Chorrillos y las Mojarras el río San Antonio desembocan en el dique
San Roque, en el cual se forma el lago de embalse San Roque, en el murallón del
dique ubicado en la parte oeste de la quebrada de bamba, dando naciente al río
Suquía.
Tras atravesar y bajar por
quebrada de Bamba con sentido Oeste-Este, el río Suquía sale de las sierras
Pampeanas e ingresa en la penillanura cordobesa, donde se encuentra la mayor
parte de la ciudad de Córdoba, la cual atraviesa. Casi en el centro, recibe por
su orilla derecha el arroyo La
Cañada. A lo largo del ejido urbano de esa ciudad el río es
superado por varios puentes.
Al salir de la ciudad de
Córdoba, ya es un río típico de llanura y es tributario de la gran laguna
salada de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza.
La longitud aproximada es
de unos 200 Km.
y el ancho promedio de 200 m.
Su caudal actual esta muy mermado por el uso de sus aguas para
el riego y el consumo hogareño e industrial, así como por la deforestación en
sus vertientes.
El río Primero padece
desde mediados de s. XX una importante contaminación por factores antrópicos.
Toponimia
El nombre «Suquía»
proviene de las antiguas etnias establecidas en la región, los sanavirones,
antes de la colonización española, en el s. XVI, quienes renombraron el Suquía
con el nombre de río Primero por ser el primer río bastante caudaloso que
encontraron viniendo desde el norte los conquistadores españoles en el actual
territorio de Córdoba Argentina, nombre por el cual es conocido, pues se nombra
así en los libros de texto hasta la década de 1980 (fin del período de
dictaduras militares) donde se logró, gracias a iniciativas de ecologistas y
medioambientalistas, recuperar el nombre original del río: Suquía.
Este Río fue declarado
Área protegida "de aves de transición" dado a que su cause es la ruta
de viaje utilizado por especies autóctonas en algunos casos en peligro de
extinción para llegar a Mar Chiquita. Cuencas Hídricas, parques y reservas
naturales.
Contaminación
del Río Suquia
Un equipo de la UNC
trabajó tres años analizando el aire, los sedimentos, las costas y el agua del
río. Lo más preocupante es la alta presencia de bacterias coliformes fecales.
Luego de tres años de
trabajo, un equipo interdisciplinario de investigadores de la Universidad Nacional
de Córdoba entregó los resultados finales de una serie de análisis sobre el
estado del río Suquía. Los resultados confirmaron la altísima presencia de
contaminación fecal en el curso de agua.
Lo más novedoso de esta investigación fue que se tomaron muestras del agua, de los sedimentos, del suelo de ribera y el aire. Así, por primera vez se pudo obtener un diagnóstico integral sobre su estado, con un resultado preocupante.
El equipo de trabajo estuvo compuesto por investigadores de las facultades de Ciencias Agropecuarias, de Ciencias Químicas y de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
La conclusión del trabajo afirma: “La polución del agua del río Suquía afecta claramente a otros compartimentos del ecosistema, particularmente a los peces, los suelos de ribera y los sedimentos, perjudicados por bacterias coliformes y por metales pesados”.
“Por otra parte, se detectó una posible contribución de contaminantes orgánicos y azufre del río a la atmósfera, y un alto contenido de contaminantes en el aire que merecen investigaciones acerca de otros intercambios entre agua y aire”, agrega.
La conclusión finaliza explicando que los resultados sugieren que “una acción para restaurar o reparar el efecto antrópico sobre el río Suquía debe extenderse a los suelos, los sedimentos y el aire a lo largo del curso de agua”.
No obstante, los compuestos encontrados en el aire del cauce del río, en su cuenca media y baja, son de origen industrial o del tránsito de automotores. Y un dato importante es la presencia de dióxido de azufre (se origina en la combustión) en algunos lugares, pero relacionado con la presencia de bacterias anaeróbicas en el agua. “Pudimos correlacionar componentes del agua y del suelo. En las zonas donde muchas bacterias anaeróbicas, hay azufre en el aire”, agregó Solís.
Valeria Ame, responsable de la investigación sobre metales pesados, precisó que los valores hallados no superan los límites establecidos para el agua de uso recreativa, aunque sí son dañinos para los organismos que viven en el río Suquía.
Solís agregó que el origen de los metales pesados puede ser natural o por la presencia del hombre. En este caso, el mayor impacto lo tenían las naftas que contenían plomo, y en la actualidad son los basurales que se extienden por sus costas.
Contaminación fecal. El problema más grave de contaminación del río Suquía es la que se origina en los volcamientos de líquidos cloacales sin tratamiento adecuado. De hecho, en todos los puntos de muestra se encontraron valores muy por encima de lo admitido por la legislación cordobesa.
Lo más novedoso de esta investigación fue que se tomaron muestras del agua, de los sedimentos, del suelo de ribera y el aire. Así, por primera vez se pudo obtener un diagnóstico integral sobre su estado, con un resultado preocupante.
El equipo de trabajo estuvo compuesto por investigadores de las facultades de Ciencias Agropecuarias, de Ciencias Químicas y de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
La conclusión del trabajo afirma: “La polución del agua del río Suquía afecta claramente a otros compartimentos del ecosistema, particularmente a los peces, los suelos de ribera y los sedimentos, perjudicados por bacterias coliformes y por metales pesados”.
“Por otra parte, se detectó una posible contribución de contaminantes orgánicos y azufre del río a la atmósfera, y un alto contenido de contaminantes en el aire que merecen investigaciones acerca de otros intercambios entre agua y aire”, agrega.
La conclusión finaliza explicando que los resultados sugieren que “una acción para restaurar o reparar el efecto antrópico sobre el río Suquía debe extenderse a los suelos, los sedimentos y el aire a lo largo del curso de agua”.
No obstante, los compuestos encontrados en el aire del cauce del río, en su cuenca media y baja, son de origen industrial o del tránsito de automotores. Y un dato importante es la presencia de dióxido de azufre (se origina en la combustión) en algunos lugares, pero relacionado con la presencia de bacterias anaeróbicas en el agua. “Pudimos correlacionar componentes del agua y del suelo. En las zonas donde muchas bacterias anaeróbicas, hay azufre en el aire”, agregó Solís.
Valeria Ame, responsable de la investigación sobre metales pesados, precisó que los valores hallados no superan los límites establecidos para el agua de uso recreativa, aunque sí son dañinos para los organismos que viven en el río Suquía.
Solís agregó que el origen de los metales pesados puede ser natural o por la presencia del hombre. En este caso, el mayor impacto lo tenían las naftas que contenían plomo, y en la actualidad son los basurales que se extienden por sus costas.
Contaminación fecal. El problema más grave de contaminación del río Suquía es la que se origina en los volcamientos de líquidos cloacales sin tratamiento adecuado. De hecho, en todos los puntos de muestra se encontraron valores muy por encima de lo admitido por la legislación cordobesa.
Más preocupante es que las
coliformes fecales se encuentren también en las costas del río, ya que no hay
legislación en Córdoba que establezca cuánto es lo permitido.
El estudio también midió la presencia de oxígeno disuelto, de carbono orgánico, de amonio, de nitratos y de conductividad. Estos parámetros tampoco están fijados por la legislación local.
A contramano. Adriana Abril, microbióloga que tuvo a cargo los análisis biológicos, sostuvo que el trabajo funciona como un buen marco teórico para realizar el saneamiento del Suquía. Según la investigadora, la recuperación del río también debe incluir los sedimentos y sus costas.
Junto con Solís, criticaron las tareas que viene llevando a cabo la Provincia en el curso de agua, entre el puente Santa Fe y el nudo vial Mitre. Allí, se está reparando la canalización de hormigón, a la que calificaron como perjudicial para el saneamiento, ya que no permite el crecimiento de vegetación que ayuda a la eliminación de contaminantes.
Participaron equipos de Ciencias Agropecuarias en el análisis de microbiología ambiental; del Cequimap en el desarrollo de técnicas para la medición de metales pesados; especialistas del ISEA para medir la calidad del aire; de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales enfocados en estudios biológicos; y otro que realizó su aporte con el uso de plantas y líquenes como bioindicadores de la calidad del aire.
Cada equipo de investigación trabajó de manera
separada, y la investigación en su conjunto fue coordinada por Velia de Solís, docente e investigadora, además de decana de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC.
Las muestras se tomaron en La Calera, Córdoba capital,
Villa Corazón de María (Malvinas Argentinas) y Río Primero. En cada uno de estos sitios se encontraron elementos contaminantes, tanto en el agua como en el suelo, en los sedimentos y hasta en el aire.
El trabajo que se extendió durante cuatro años.
El estudio también midió la presencia de oxígeno disuelto, de carbono orgánico, de amonio, de nitratos y de conductividad. Estos parámetros tampoco están fijados por la legislación local.
A contramano. Adriana Abril, microbióloga que tuvo a cargo los análisis biológicos, sostuvo que el trabajo funciona como un buen marco teórico para realizar el saneamiento del Suquía. Según la investigadora, la recuperación del río también debe incluir los sedimentos y sus costas.
Junto con Solís, criticaron las tareas que viene llevando a cabo la Provincia en el curso de agua, entre el puente Santa Fe y el nudo vial Mitre. Allí, se está reparando la canalización de hormigón, a la que calificaron como perjudicial para el saneamiento, ya que no permite el crecimiento de vegetación que ayuda a la eliminación de contaminantes.
Participaron equipos de Ciencias Agropecuarias en el análisis de microbiología ambiental; del Cequimap en el desarrollo de técnicas para la medición de metales pesados; especialistas del ISEA para medir la calidad del aire; de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales enfocados en estudios biológicos; y otro que realizó su aporte con el uso de plantas y líquenes como bioindicadores de la calidad del aire.
Cada equipo de investigación trabajó de manera
separada, y la investigación en su conjunto fue coordinada por Velia de Solís, docente e investigadora, además de decana de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC.
Las muestras se tomaron en La Calera, Córdoba capital,
Villa Corazón de María (Malvinas Argentinas) y Río Primero. En cada uno de estos sitios se encontraron elementos contaminantes, tanto en el agua como en el suelo, en los sedimentos y hasta en el aire.
El trabajo que se extendió durante cuatro años.
Miércoles 16 de febrero del 2011 | 10:06
Desastre ecológico.
Confirmaron la alta contaminación del río Suquía
Agencia / La voz del
interior.
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